miércoles, 16 de julio de 2014

Las primeras modelos españolas

Después de un número considerable de entradas, y aunque aún quedan muchos espacios por mencionar, creo que ha llegado el momento de dedicarle unas palabras a la mujer prehistórica. En concreto, vamos a estudiar en esta entrada la imagen de la mujer en el denominado arte levantino.
 Como bien sabéis, el arte levantino es un estilo de arte rupestre que se desarrolló en el Mesolítico (10000-4500 a. C., aproximadamente) en la región del Levante español (Valencia, Castellón, Alicante, Murcia,...) y algunas zonas del interior como Teruel, Cuenca o Albacete, y algunas regiones de Andalucía.
 Este arte levantino se caracteriza por ser un arte de pinturas parietales, es decir, se encuentran al aire libre en paredes rocosas, abrigos, pequeñas cuevas, etc. Al ser un arte ubicado en un amplio espectro cronológico entre el final del Paleolítico y los orígenes del Neolítico, su temática va a reflejar aspectos de una economía de caza y recolección.
 Pero, en este estilo artístico, ¿qué rol jugaban las mujeres? Este tema ha sido objeto de discusión  por la historiografía desde los años noventa del siglo pasado. Así, para algunos autores el papel de la mujer estuvo más orientado a labores en el entorno doméstico, mientras el hombre se dedicaría a las actividades de caza y recolección (p. ej. miel). Sin embargo, para autoras como Teresa Escoriza Mateu el rol de la mujer ha sido infravalorado, y apunta incluso a que algunos paneles pictóricos pudieron haber sido desarrollados por mujeres (idea que, lamentablemente, es muy difícil o imposible de verificar). La profesora Martínez Murillo, por otra parte, considera que la mujer está asociada a actividades económicas tales como la recogida de miel, la recolección de hierbas o determinados trabajos agrícolas; incluso se la asocia a labores de pastoreo y de pesca.
 En cualquier caso, además de estas posibles actividades económicas,  parece que la mujer jugó un papel importante en escenas rituales como las danzas. En este tipo de manifestaciones la mujer sería un elemento propiciatorio fundamental para conseguir, por ejemplo, que los varones tuvieran éxito en la caza. No podemos olvidar que este tipo de fiestas o actos rituales, más allá del aspecto lúdico, eran muy importantes desde un punto de vista mágico para que afluyera la comida, e incluso para que las mujeres y los hombres siguieran siendo fértiles.

Escena de danza en la cueva de Cogull (Cataluña)
Como se puede observar en la imagen, y como parece ser norma habitual en la iconografía levantina, la mujer se representaba con falda de varios tipos, e incluso túnicas. Además, es característico que se represente al sexo femenino con los atributos sexuales (nalgas, senos, caderas,..) marcados, algo bastante habitual en la iconografía prehistórica. Esta clara diferenciación sexual va asociada a la idea de las mujeres como seres fértiles y, en cierto modo, mágicos porque son capaces de producir vida.
 La difícil ubicación de muchos abrigos y cuevas hace que el estudio del arte levantino, aunque tiene más de 100 años de experiencia, siga ofreciendo sorpresas y continúe siendo objeto de estudio y revisión por parte de los historiadores




Bibliografía

- Escoriza Mateu, T., "Lecturas sobre las representaciones femeninas en el arte rupestre levantino: Una revisión crítica", Arenal, vol. 3, nº 1(enero-julio 1996), pp. 5-24
 Martínez Murillo, Mª de la C., “Aproximación a la iconografía de la mujer en el arte rupestre levantino (el “Archivo Gil Carles”)”, en VIII Jornadas de Arte La mujer en el Arte español, Madrid, 1997, pp. 9-26