martes, 12 de agosto de 2014

La Dama del Nilo

Hace unas semanas tuve la ocasión de ver la película Astérix y Cleopatra, una producción francesa protagonizada por Christian Clavier (Astérix), Gerard Depardieu (Obélix) y Mónica Bellucci (Cleopatra), entre otros personajes. Aunque la película no es para cinéfilos (aunque cumple su función de entretener, en mi opinión), me llama la atención la imagen que se proyecta de la reina Cleopatra como una mujer caprichosa y sensual, que maneja a los hombres a su voluntad. Y,enlazando con esta idea, no podemos obviar a Elizabeth Taylor y su papel de Cleopatra, por supuesto.
  Pero, ¿realmente fue así? La verdad es que, como en tantos otros temas, el siglo XIX contribuyó mucho a fomentar la idea de Cleopatra como una mujer malvada y sensual que utilizaba a los hombres y que, víctima de sus pasiones, terminó por suicidarse con el veneno de una serpiente.

Cleopatra ensayando venenos en los condenados a muerte (Alexandre Cabanel, 1887)

Busto de Cleopatra VII (50-40 a. C., Museo Británico)

La verdad es que, seguramente, el mito de Cleopatra supera el papel que debió de tener esta reina en realidad, como en muchas ocasiones ha ocurrido a lo largo de la Historia. Lo que sí podemos saber es que esta reina egipcia nació en el año 69 a. C., hija del rey Ptolomeo XII y Cleopatra V. Fue educada en un ambiente culto donde aprendió latín, literatura, música, matemáticas, astronomía,... 
 A la edad de 18 años, en el año 51 a. C., Cleopatra fue coronada reina con el título de Cleopatra VII, y se casó con sus hermanos Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV, respectivamente. Durante los primeros años de reinado Cleopatra tuvo que hacer frente a levantamientos cortesanos en contra de su acercamiento a Roma (como el de su hermana Arsínoe, que terminó exiliada) y protestas populares debidas a la hambruna de los años 50-49 a. C. Desde los comienzos de su reinado, Cleopatra siguió la política prorromana de su padre.
 En este contexto, la reina egipcia busca el apoyo de César y la relación entre ellos fue mucho más estrecha e íntima; de hecho, César pasaba temporadas en Egipto y Cleopatra también viajó a Roma. Parece que fruto de estar relación nació Cesarión en el año 47 a. C., aunque nunca se pudo confirmar que fuera hijo de César (aunque la profesora Rivero menciona que César sí reconoció a ese niño). Además, la estancia del gobernador romano en Egipto le permitió introducir en el país aspectos de la  cultura romana como el calendario juliano o una recaudación de impuestos más racional, por ejemplo.
 En el año 44 a. C., a la muerte de César, Cleopatra tuvo que volver a Egipto desde Roma, y asesinó a Ptolomeo XIV, que suponía una amenaza para su hijo Cesarión (futuro Ptolomeo XV). Marco Antonio se acercó a Cleopatra buscando apoyos frente a Octavio (41 a. C.), y la reina a la vez buscaba apoyo para su hijo Cesarión como sucesor.  Fruto de esta relación terminaron casándose y  nacieron tres hijos, dos de ellos gemelos (Cleopatra Selene II y Alexandro Helios), y otro que recibió el nombre de Ptolomeo Filadelfo. Además, Cleopatra recibió como cesión los territorios de Chipre, Fenicia y Creta.
 Las disputas políticas de Octavio y Marco Antonio desembocaron en la batalla de Actium o Accio del año 31 a. C., donde Cleopatra intervino con una flota. Sin embargo, la reina abandonó la batalla y Marco Antonio terminó siendo derrotado por Octavio, quien el año 30 a. C. entró fácilmente en Alejandría. El romano, engañado por un informe de la falsa muerte de Cleopatra, terminó por suicidarse. En este sentido, es interesante la idea de que la tradición ha difundido la idea de la reina envenenada por una serpiente; y es que no podemos olvidar que la iconografía de la dama con una serpiente se asocia a Isis, principal divinidad femenina egipcia de la que ya hemos hablado anteriormente (ver Hasta que los manes os separen)
 Cleopatra terminó suicidándose para evitar verse como esclava en las calles de Roma, y sus hijos sufrieron suertes diversas, bien muertos o bien educados como ciudadanos romanos.
 Por lo tanto, Cleopatra se convirtió en la última reina de un Egipto independiente, que a partir del año 30 a. C. pasó a ser provincia romana. Más allá de la imagen de reina sensual que se nos ha transmitido, en Cleopatra hemos de ver a una reina inteligente, con gran capacidad de estrategia y acercamiento a Roma para poder mantenerse en el poder y legitimar a su hijo Cesarión; pero a la vez, también fue utilizada por las autoridades romanas en el difícil periodo tardorrepublicano donde, además de las luchas de poder internas, Roma estaba expandiéndose hacia territorios del Mediterráneo oriental y Oriente Medio.

Cleopatra VII y su hijo Cesarión (templo de Hathor, Dendera)


Bibliografía

-Arroyo de la Fuente, Mª A., “Cleopatra VII Filópator y la legitimación del poder ptolemaico”, Eikón/Imago, 4(2013/2), pp. 69-106 
-Chauveau, M., Cleopatra. Más allá del mito, Madrid, 2000
-Rivero, P., “La política exterior de Cleopatra VII Filópator”, recurso electrónico: http://www.unizar.es/departamentos/didacticalchs/rivero/cleopatra.pdf, pp. 1-15. Visitada la última vez el 11 de agosto de 2014
- También hay que destacar que Cleopatra ha sido objeto de temática en multitud de novelas históricas ambientadas en la época egipcia, como las obras de Christian Jacq o Terenci Moix, por ejemplo

4 comentarios:

  1. El gobernador romano que citas supongo que es el mismo Cesar. Me ha interesado mucho la suerte de los hijos de Antonio que fueron hechos ciudadanos romanos. No sabia de su existencia y de he existir que hubiera sobrevivdo alguno.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, ante todo. El gobernador romano al que me refiero es Julio César, en aquella época convulsa a veces es complicado nombrar los cargos...
      En cuanto a los hijos de Marco Antonio y Cleopatra, pues Cleopatra Selene se casó con el rey Juba II de Mauritania; y Alexandro Helios y Ptolomeo Filadelfo fueron criados por Octavia (la esposa de Marco Antonio, a la que no repudió) en Roma, y allí murieron.
      En cuanto a Cesarión (el hijo de Cleopatra y, supuestamente, de César), murió asesinado por Octavio

      Saludos

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  2. Muy interesante, yo creo que Ia mayoría no conocemos eI aspecto más poIítico y dipIomático de Ia reina y sí su aspecto frívoIo, sobre todo Ia cuestión de su descendencia y Ia reIación con Roma, una época de decadencia de Ia civiIización egipcia, eI ocaso de un gran puebIo aún misterioso y enigmático que da muchas posibiIidades de investigación histórica. Es apasionante.

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  3. Muchas gracias por tu comentario, Laura, la verdad es que hay multitud de personajes históricos que han sido dotados de una existencia casi mitológica, cuando la realidad de los datos históricos muestra otra cosa.
    En este caso, por ejemplo, el siglo XIX (como con muchos otros personajes como Robin Hood, por ejemplo) y corrientes artísticas como el Simbolismo favorecieron la difusión de la idea de Cleopatra como mujer sensual y frívola que maneja a los hombres

    Saludos

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