jueves, 9 de enero de 2014

Sobre pasteles y pinceles

La protagonista de esta entrada es Rosalba Carriera (1675-1757),  una pintora veneciana que no ha recibido la atención que su obra merece. Y es que el siglo XVIII, en cuanto a la pintura italiana se refiere, parece que tradicionalmente se ha conocido más por pinturas más llamativas, digamos, como las Apoteosis de Corrado Giaquinto (como la del Palacio Real de Madrid, por ejemplo), o las "vedutte" o vistas venecianas de Canaletto.
 Esta pintora, nacida en Venecia en 1675 en el seno de una familia de clase media de la época (un padre funcionario y una madre dedicada a los encajes) desde muy pronto mostró interés en los temas artísticos. De este modo, y teniendo como maestros a destacados pintores venecianos del momento como Giuseppe Diamantini y Antonio Balestra, Rosalba Carriera empezó a desarrollar su talento artístico.
 ¿Y cómo desarrolló su talento esta artista? Bien, en primer lugar, Carriera fue una pionera a la hora de trabajar el marfil en las miniaturas, y su velocidad de trazo en las pinturas (influencia de la pintura veneciana del momento) sobre este material supuso también una ruptura con el estilo académico predominante.
 Pero quizá su valor pictórico se encuentra en que estimuló la forma de pintar al pastel; este estilo, que se conocía desde el siglo XVI, tuvo un gran impulso gracias a Carriera en el siglo XVIII como técnica para pintar retratos. Esta técnica, además, se basaba en una pincelada fina y minuciosa hasta en los más pequeños detalles, y en unos retratos muy competentes.
En este ámbito de los retratos fue donde esta pintora obtuvo sus mayores éxitos, ya que fue retratista de artistas como Antoine Watteau, cardenales como Melchior de Polignac, e incluso reyes como Luis XV de Francia.
 Su pintura fue muy valorada en los círculos aristocráticos europeos, y también fue muy respetada en los entornos artísticos, e incluso llegó a pertenecer a diversas academias artísticas como las de Bolonia o París.
Más allá de su arte, poco sabemos de la vida de Rosalba Carriera. Persona cercana a diversas aristocracias y clases medias europeas (como hemos visto), tuvo muchas amistades pero nunca llegó a contraer matrimonio. Tendente a la depresión, según los testimonios de sus contemporáneos/as, los últimos años de su vida fue limitando su producción artística debido a cataratas en sus ojos, que la fueron dejando ciega (¿quizá por su trabajo en miniaturas?). Finalmente, falleció en su querida Venecia en 1757.
Autorretrato de Rosalba Carriera (1715)


Chica joven con un mono (aprox. 1721)

Retrato de Luis XV de Francia (aprox. 1712-1715)

Retrato del cardenal Melchior de Polignac (1732)

Retrato del pintor Antoine Watteau (1721)


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